Las sombras de los muertos de Hiroshima y Nagasaki
En el mes de agosto en pleno verano de 1945 hubo dos detonaciones de muerte súbita, dos enormes olas de un calor incandescente evaporaron miles de vidas en milésimas de segundos. En pocos segundos dos ciudades japonesas quedaron reducidas a puros escombros y gritos de supervivientes agonizantes. Momentos después del brutal ataque de Hiroshima y Nagasaki, quedaron una especie de "sombras” espeluznantes en el mismo lugar donde estaban varias víctimas, que de un momento a otro en una fracción de segundo se desintegraron al instante a raíz de la detonación de las bombas nucleares. Uno de los genocidios más grandes cometidos por EEUU, en este caso nadie fue juzgado por crímenes contra la humanidad, ya que murieron miles de mujeres, hombres y niños inocentes.
Después del ataque nuclear a Hiroshima quedaron una especie de “sombras” delineadas en los lugares donde estuvieron varias de las víctimas, quienes de un momento a otro pasaron de estar vivas a desintegrarse instantáneamente por culpa de la explosión.
Fuente y credito a st.noticiacanaria.com
En el mes de agosto en pleno verano de 1945 hubo dos detonaciones de muerte súbita, dos enormes olas de un calor incandescente evaporaron miles de vidas en milésimas de segundos. En pocos segundos dos ciudades japonesas quedaron reducidas a puros escombros y gritos de supervivientes agonizantes. Momentos después del brutal ataque de Hiroshima y Nagasaki, quedaron una especie de "sombras” espeluznantes en el mismo lugar donde estaban varias víctimas, que de un momento a otro en una fracción de segundo se desintegraron al instante a raíz de la detonación de las bombas nucleares. Uno de los genocidios más grandes cometidos por EEUU, en este caso nadie fue juzgado por crímenes contra la humanidad, ya que murieron miles de mujeres, hombres y niños inocentes.
Después del ataque nuclear a Hiroshima quedaron una especie de “sombras” delineadas en los lugares donde estuvieron varias de las víctimas, quienes de un momento a otro pasaron de estar vivas a desintegrarse instantáneamente por culpa de la explosión.
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