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Suele ocurrir que, una vez que salimos de la enfermedad nos apetece comer un poco más; pero es fundamental que escojas comida sana para que tu recuperación sea más rápida y total. Evita, sobre todo, alimentos de alto contenido en grasas y azúcares.
1. Llénate de antioxidantes
Necesitas un sistema inmunitario fuerte: para reforzarlo luego de la enfermedad, nada como comer abundante cantidad de frutas y verduras con vitamina E, como por ejemplo:
- Pasas Arándanos
- Ciruelas pasas
- Coles de Bruselas
- Espinacas Col rizada
2. Proteínas para una mejor regeneración
Las carnes magras, los huevos y el pescado son necesario para reparar el organismo en general; luego de un estado de convalecencia necesitas nutrientes, por eso también debes añadir frutos secos, mantequilla de maní o queso de soja. Y para esta etapa se recomienda no comer con condimentos picantes que puedan irritar tu sistema digestivo.
3. Probióticos
Las bacterias beneficiosas de los probioticos te llenarán de componentes que favorecerán tu digestión y reforzaran tu sistema de defensa. Estas bacterias proceden de alimentos de origen vegetal y son muy necesarias para el cuerpo humano. Yogur, queso, manzanas, frijoles y frutas contribuirán a aportarte probióticos. Luego de estar enfermo…
4. No te olvides del agua
Alimentos como la sandía o el melón son ricos en agua; consumirlos es una buena forma de mantenerte hidratado, pero no por ello dejes de beber agua: esto es indispensable, por un lado para continuar eliminando toxinas que puedan haber quedado en el organismo luego de la enfermedad, y por otro porque es necesario recuperar el líquido que hayas podido perder
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