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Según algunos textos de escribanos europeos y asiáticos del siglo VI, alrededor del año 536 hubo un invierno en la Tierra que duró una década. Un invierno oscuro que llevó a la hambruna, la plaga y la caída de imperios.
Describieron que las condiciones les recordaban a un eclipse y que el sol permaneció “pequeño” por demasiado tiempo. “Una oscuridad que nunca terminaba”. Ello explica la gran hambruna, plaga y guerra que se vivió ese año, que estuvo posiblemente conectada con la devastadora cosecha que dejó a miles hambrientos y buscando tierras fértiles. El historiador bizantino, Procopio de Cesarea, escribió: Y sucedió que durante este año un muy temible portento tuvo lugar. Porque el sol emitía su luz sin brillo, como la luna, durante todo el año, y parecía extremadamente como el sol en eclipse, ya que los rayos que daba no eran claros, no como los que acostumbra a dar.
(Guerras, 4.14.5) Un nuevo artículo en New Scientist, redactado por Colin Barras, nos cuenta acerca de la búsqueda científica que está teniendo lugar para descubrir si estos reportes tienen alguna base en la realidad. Por años, los científicos y geólogos han estado estudiando los anillos de los árboles y los núcleos de hielo para encontrar pistas que puedan revelar si el cambio climático fue causado por un supervolcán (el cual se sabe que puede enfriar considerablemente el planeta) o por otro fenómeno.
La hipótesis del supervolcán, sin embargo, no explica por qué el planeta permaneció frío por tantos años. Usualmente un supervolcán sólo afecta el clima por un año, a lo mucho. Pero ahora la científica Dallas Abbott, geóloga de la Universidad de Columbia, ha estado en Groenlandia estudiando núcleos de hielo y encontró algunas esférulas metálicas que datan aproximadamente del año 536. Allí, ella y su equipo también han encontrado concentraciones de níquel y hojalata. El níquel es abundante en el debris extraterrestre y es improbable que refleje contaminación, explica Abbott, porque no está típicamente presente en el equipo usado para recolectar hielo. La hojalata, sin embargo, es sugerente de un cometa.
Los hallazgos de Abbott están reviviendo la hipótesis del cometa, pero con un sospechoso particular: Halley. “Sabemos que el cometa Halley pasó por la Tierra en el 530”, dice Abbott. “Y que las crónicas de los chinos indican que fue inusualmente brillante”. Abbott apunta que el brillo sugiere que en su viaje a través del interior del sistema solar, el cometa Halley pasó particularmente cerca del sol. “Hubiera perdido más hielo de lo normal, liberando más del polvo y el debris que está congelado dentro. En el 530 Halley pudo haber estado especialmente proclive a perder material y hacer polvo”. Cada año la Tierra pasa a través de lluvias de meteoros producidas por los fragmentos polvosos del cometa Halley.
De acuerdo a la geóloga, a lo largo del año 530 y hasta el 540, estas lluvias de meteoros pudieron haber sido inusualmente densas y continuaron tapando la atmósfera de la Tierra con polvo frío. Se necesita mucho más evidencia para tomar esta hipótesis como una respuesta, pero la teoría es fascinante. Además, si es verdad que esto fue lo que sucedió hace 1,500 años y que esta “mini Era de hielo” fue la causa de la hambruna y la desesperación de entonces, podría sin duda volver a ocurrir.
fuente y credito a pijamasurf.com
Según algunos textos de escribanos europeos y asiáticos del siglo VI, alrededor del año 536 hubo un invierno en la Tierra que duró una década. Un invierno oscuro que llevó a la hambruna, la plaga y la caída de imperios.
Describieron que las condiciones les recordaban a un eclipse y que el sol permaneció “pequeño” por demasiado tiempo. “Una oscuridad que nunca terminaba”. Ello explica la gran hambruna, plaga y guerra que se vivió ese año, que estuvo posiblemente conectada con la devastadora cosecha que dejó a miles hambrientos y buscando tierras fértiles. El historiador bizantino, Procopio de Cesarea, escribió: Y sucedió que durante este año un muy temible portento tuvo lugar. Porque el sol emitía su luz sin brillo, como la luna, durante todo el año, y parecía extremadamente como el sol en eclipse, ya que los rayos que daba no eran claros, no como los que acostumbra a dar.
(Guerras, 4.14.5) Un nuevo artículo en New Scientist, redactado por Colin Barras, nos cuenta acerca de la búsqueda científica que está teniendo lugar para descubrir si estos reportes tienen alguna base en la realidad. Por años, los científicos y geólogos han estado estudiando los anillos de los árboles y los núcleos de hielo para encontrar pistas que puedan revelar si el cambio climático fue causado por un supervolcán (el cual se sabe que puede enfriar considerablemente el planeta) o por otro fenómeno.
La hipótesis del supervolcán, sin embargo, no explica por qué el planeta permaneció frío por tantos años. Usualmente un supervolcán sólo afecta el clima por un año, a lo mucho. Pero ahora la científica Dallas Abbott, geóloga de la Universidad de Columbia, ha estado en Groenlandia estudiando núcleos de hielo y encontró algunas esférulas metálicas que datan aproximadamente del año 536. Allí, ella y su equipo también han encontrado concentraciones de níquel y hojalata. El níquel es abundante en el debris extraterrestre y es improbable que refleje contaminación, explica Abbott, porque no está típicamente presente en el equipo usado para recolectar hielo. La hojalata, sin embargo, es sugerente de un cometa.
Los hallazgos de Abbott están reviviendo la hipótesis del cometa, pero con un sospechoso particular: Halley. “Sabemos que el cometa Halley pasó por la Tierra en el 530”, dice Abbott. “Y que las crónicas de los chinos indican que fue inusualmente brillante”. Abbott apunta que el brillo sugiere que en su viaje a través del interior del sistema solar, el cometa Halley pasó particularmente cerca del sol. “Hubiera perdido más hielo de lo normal, liberando más del polvo y el debris que está congelado dentro. En el 530 Halley pudo haber estado especialmente proclive a perder material y hacer polvo”. Cada año la Tierra pasa a través de lluvias de meteoros producidas por los fragmentos polvosos del cometa Halley.
De acuerdo a la geóloga, a lo largo del año 530 y hasta el 540, estas lluvias de meteoros pudieron haber sido inusualmente densas y continuaron tapando la atmósfera de la Tierra con polvo frío. Se necesita mucho más evidencia para tomar esta hipótesis como una respuesta, pero la teoría es fascinante. Además, si es verdad que esto fue lo que sucedió hace 1,500 años y que esta “mini Era de hielo” fue la causa de la hambruna y la desesperación de entonces, podría sin duda volver a ocurrir.
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