El 42 % de los investigadores del cáncer en Estados Unidos son inmigrantes, según un estudio de la Fundación Nacional de Política Americana (NFAP) publicado hoy, que destaca su trabajo en la mejora de las tasas de mortalidad en los últimos 20 años. Los científicos inmigrantes han tenido “un papel importante en la mejora de las tasas de supervivencia del cáncer en los estadounidenses”, aseguró Stuart Anderson, autor del informe y director ejecutivo del (NFAP) en una teleconferencia, en la que participó el neurólogo de origen mexicano Alfredo Quiñones-Hinojosa. Anderson consideró que “incrementar el número de permisos de residencia para los inmigrantes altamente cualificados, como los investigadores del cáncer, sigue siendo una reforma política clave”. Los expertos lamentaron el largo proceso al que se ven sometidos los investigadores en esta materia con el sistema actual de visas, que en algunos casos puede obligar a retrasar algunos proyectos en los que están involucrados.
El informe titulado “la contribución de los inmigrantes a la investigación del cáncer en Estados Unidos” analizó la biografía de 1.500 investigadores de las 7 instituciones principales dedicadas al cáncer en EE.UU. y reveló que el 42 % son inmigrantes. El porcentaje aún es mayor en centros como el Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, valorado en 2012 como el mejor centro de tratamiento según el informe “US News & World Report”, donde el 62 % de los investigadores son extranjeros. Por país de origen, el estudio revela que el 21 % de los investigadores expertos en cáncer vienen de China, seguidos de India (10 %), Alemania y Canadá (7 %) y Reino Unido (6 %), entre otros. El estudio menciona también otros países como Italia, Rusia, Líbano, Corea del Sur, Francia, Japón, España y Argentina, aunque en porcentajes menores. Cuatro investigadores especializados en cáncer que han trabajado en Estados Unidos han recibido el Premio Nobel: la australiana Elizabeth Blackburn (2009); el venezolano Baruj Benacerraf (1980), y el matrimonio austrohúngaro Carl Gerty Cori (1947). Estos “científicos inmigrantes han jugado un papel importante en la mejora de las tasas de supervivencia del cáncer en los estadounidenses”, afirmó Anderson. En Estados Unidos se detectan 1,6 millones de casos de cáncer cada año, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, una enfermedad que causa 577.000 muertes al año en este país, que la convierte en la segunda causa de fallecimiento después de las enfermedades cardiacas
fuente y credito a lapatilla
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