MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) - Un equipo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha comprobado que la atmósfera de la 'supertierra' GJ 1214b, uno de los exoplanetas más observados, no se caracteriza por un exceso de hidrógeno, como se pensaba hasta ahora, sino que está compuesta por elementos de alta metalicidad. El trabajo, que aparece publicado en la revista 'Astronomy & Astrophysics', destaca que "conocer la composición atmosférica de un planeta es muy importante porque puede revelar las condiciones físicas en capas más internas de su atmósfera". Así, la información obtenida ahora supone un paso más para que, en el futuro, la comunidad científica pueda realizar estos análisis en otras 'supertierras' potencialmente habitables. Según relata uno de los autores del estudio, Felipe Murgas, en los últimos 20 años se ha incrementado considerablemente el descubrimiento de nuevos exoplanetas gracias a las grandes campañas de observación dedicadas a su detección. Pero, dentro de este zoológico planetario, hay un grupo que despierta más curiosidad entre los astrofísicos: las 'supertierras'.
Murgas ha explicado que son planetas que poseen una masa entre 2 y 10 veces la de la Tierra, un rango que no tiene correspondencia en el Sistema Solar. Sin embargo, el parecido con la Tierra los convierte en "buenos candidatos" para la búsqueda de vida. En este sentido, ha apuntado que GJ 1214b, descubierta en 2009 a unos 42 años luz de la Tierra, sea quizás una de las más conocidas, porque está a "una distancia cercana en escala galáctica". Con todo, su fama no se debe a su distancia a la Tierra, sino a su relación con la estrella a la que orbita. El investigador ha señalado que el tamaño relativo del planeta respecto a su estrella es mayor que en otros casos, lo que lo hace observable con telescopios desde la Tierra. "Por esta razón, se han realizado numerosos estudios tratando de identificar algún elemento o molécula que pueda determinar su composición atmosférica", ha añadido. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, "no se había podido detectar ninguna señal atribuible a su atmósfera", ha indicado. Para llevar a cabo este trabajo, el equipo de expertos utilizó el instrumento de filtros sintonizables OSIRIS del Gran Telescopio de Canarias (GTC). Los expertos han apuntado que, aunque existe cierto margen de error, no parece que este sea el caso. Así, han indicado que "los elementos metálicos pueden provenir de actividad volcánica u otros mecanismos mediante los que el planeta cambia su composición atmosférica inicial a través del tiempo".
fuente, europapress
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