El fenómeno de los círculos de cosecha, uno de los mayores enigmas al que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI, volvió a repetirse en Argentina, esta vez, en Chicoana, Salta, explicó a AIM la integrante de Visión Ovni en esa provincia, Mercedes Casas, quien aseguró que sigue el tema desde 2008 y señaló que estos dibujos “tienen una asociación con los que aparecen en Brasil y ahora en México, casi siempre en la misma fecha”.
Sobre los agroglifos
Decepcionada por la imposibilidad de tomar muestras de las espigas afectadas, se dirigió al pueblo para recabar algunos testimonios. “En este caso, con buenos resultados, porque loschicoanenses, amablemente, respondieron a todas mis preguntas”. Casas relató que los productores (finqueros) de Chicoana le contaron que “decidieron no sembrar trigo debido a las pérdidas que sufrieron en años anteriores con el tema de los agroglifos, que se deben, no sólo al aplastamiento de grandes extensiones de cereal sembrado por causa desconocida, sino también a la cantidad de curiosos que entran en los campos a sacar fotografías y pisotean las espigas sanas, agregando un daño adicional, pues las aplastadas o pisoteadas, al quedar debajo de los treinta centímetros sobre el suelo, no pueden ser cosechadas por las máquinas que tienen las cuchillas a una altura de 30 centímetros sobre el suelo. Esto también explica y justifica la negativa de los peones a dejarme entrar en los campos”.
Chicoanenses descreídos
La investigadora salteña en Visión Ovni aseguró que “la gente de Chicoana, debido a la gran cantidad de denuncias sobre luces nocturnas que sobrevuelan los campos (algunas llamadas linternas por ellos mismos, porque iluminan en la noche sectores del campo, prácticamente han perdido interés en estos fenómenos y los toman como algo frecuente. En los últimos cuatro o cinco años han sido incontables los avistamientos de luces de este tipo, que muy difícilmente podrían ser confundidos con aviones, sondas o planetas por esta gente muy conocedora del cielo”. Casas dio a conocer “un caso particular, de una funcionaria policial (y se debe mantener reserva a menos que ella acepte contar su caso), cuyo hijo sufrió un shock postraumático debido a una experiencia relacionada con estas luces que aparecen en los campos”. La integrante de Visión Ovni afirmó que “no hay absolutamente ningún interés (ni de parte del municipio ni de los habitantes), de promocionar turísticamente la zona a expensas de estos agroglifos. Por el contrario, la consigna es mantener un bajo perfil para evitar los daños en los escasos campos sembrados con trigo que hay este año”.
La imposibilidad de un análisis científico
En este caso, al menos hasta el momento, “es imposible hacer un análisis científico, ya que no hay muestras que estudiar. Lo único con que cuento es con fotografías, una filmación y testimonios de la gente del lugar. Sin embargo, y dada la importancia que para mí tienen los testigos, puedo decir que es muy difícil pensar en alguna mano ‘humana’ detrás de todo esto, aunque también cabe la posibilidad. Sin embargo, insto a basarnos en la premisa de que los testimonios que obtuve son verdaderos”. Casas graficó que “si nos basamos en la idiosincrasia de la gente de un pueblo del norte argentino, podemos concluir que son personas de trabajo, ocupadas en sus asuntos y de bajo perfil, que carecen en general de la ‘picardía’ de aquellos que buscan popularidad con alguna historia asombrosa. Además, sería muy difícil acceder al centro de la plantación para realizar los círculos sin dejar alguna marca; esto también viene a dar un poco de lógica a la posibilidad de que estos dibujos hayan sido hechos ‘desde arriba’”. La investigadora insistió en que carece “de elementos contundentes de estudio para dar una opinión a favor o en contra y, como en muchísimos de los casos que vemos en ovnilogía, nos queda simplemente atar cabos, usar la experiencia y un poco la intuición. De todas formas, seguiré informando en caso de tener novedades”.
fuente, aimdigital
Agroglifos en Chicoana: ¿quién los hace?
Los cros circles tienen casi siempre dimensiones gigantescas que llegan a abarcar varios cientos de metros de diámetro en cada uno de ellos, una concepción de los diseños para ser vistos exclusivamente desde el aire.
En diálogo con esta Agencia, la investigadora salteña precisó que el 26 de octubre recibió el llamado de un colega, Gustavo Cavallo, quien le informó de la aparición de nuevos agroglifos en Chicoana, los cuales, al parecer, datarían del domingo 21 de octubre. “Yo había estado unos días antes, el domingo 14 y no había señales. Además, el trigo aún no estaba en su punto óptimo de maduración. En esa ocasión observé que prácticamente no había campos sembrados; sólo pude contar tres: uno pasando el pueblo, y dos a la entrada, a los costados de la ruta de acceso”.
Casas recordó que entonces se dijo a sí misma: “esta vez, los productores embromaron a los que hacen los dibujos porque no sembraron trigo”. Sin embargo, el 27 de octubre se dirigió a Chicoana. “Apenas antes de cruzar el puente de entrada al pueblo encontré los dos campos con trigo y vi que en ambos había dibujos, no muy grandes, pero ubicados en el centro de la plantación. Es importante recalcar esto porque se aprecia que no hay senderos de acceso al interior del campo donde están círculos, de modo que, si algún bromista hubiera querido entrar para hacer alguna picardía, tendría que haber quedado, obligadamente, la marca de su tránsito hasta llegar al lugar donde están los dibujos”.
Casas llamó a observar una foto que tomó, en el que aparecen en la zona central los dibujos, y en el resto de la plantación, el cereal intacto. “Yo misma lo comprobé al tratar de acceder al campo, pues hice un trayecto de un metro aproximadamente, y con sumo cuidado para no arruinar las espigas. Sin embargo igual quedó la marca”.
A esa fotografía la tomó desde un lugar privilegiado, “porque en la zona no hay forma de conseguir altura para ver mejor, pero conseguí autorización para subir al techo de una combi desde donde se podía apreciar con mejor detalle que desde el suelo”.Sobre los agroglifos
Decepcionada por la imposibilidad de tomar muestras de las espigas afectadas, se dirigió al pueblo para recabar algunos testimonios. “En este caso, con buenos resultados, porque loschicoanenses, amablemente, respondieron a todas mis preguntas”. Casas relató que los productores (finqueros) de Chicoana le contaron que “decidieron no sembrar trigo debido a las pérdidas que sufrieron en años anteriores con el tema de los agroglifos, que se deben, no sólo al aplastamiento de grandes extensiones de cereal sembrado por causa desconocida, sino también a la cantidad de curiosos que entran en los campos a sacar fotografías y pisotean las espigas sanas, agregando un daño adicional, pues las aplastadas o pisoteadas, al quedar debajo de los treinta centímetros sobre el suelo, no pueden ser cosechadas por las máquinas que tienen las cuchillas a una altura de 30 centímetros sobre el suelo. Esto también explica y justifica la negativa de los peones a dejarme entrar en los campos”.
Chicoanenses descreídos
La investigadora salteña en Visión Ovni aseguró que “la gente de Chicoana, debido a la gran cantidad de denuncias sobre luces nocturnas que sobrevuelan los campos (algunas llamadas linternas por ellos mismos, porque iluminan en la noche sectores del campo, prácticamente han perdido interés en estos fenómenos y los toman como algo frecuente. En los últimos cuatro o cinco años han sido incontables los avistamientos de luces de este tipo, que muy difícilmente podrían ser confundidos con aviones, sondas o planetas por esta gente muy conocedora del cielo”. Casas dio a conocer “un caso particular, de una funcionaria policial (y se debe mantener reserva a menos que ella acepte contar su caso), cuyo hijo sufrió un shock postraumático debido a una experiencia relacionada con estas luces que aparecen en los campos”. La integrante de Visión Ovni afirmó que “no hay absolutamente ningún interés (ni de parte del municipio ni de los habitantes), de promocionar turísticamente la zona a expensas de estos agroglifos. Por el contrario, la consigna es mantener un bajo perfil para evitar los daños en los escasos campos sembrados con trigo que hay este año”.
La imposibilidad de un análisis científico
En este caso, al menos hasta el momento, “es imposible hacer un análisis científico, ya que no hay muestras que estudiar. Lo único con que cuento es con fotografías, una filmación y testimonios de la gente del lugar. Sin embargo, y dada la importancia que para mí tienen los testigos, puedo decir que es muy difícil pensar en alguna mano ‘humana’ detrás de todo esto, aunque también cabe la posibilidad. Sin embargo, insto a basarnos en la premisa de que los testimonios que obtuve son verdaderos”. Casas graficó que “si nos basamos en la idiosincrasia de la gente de un pueblo del norte argentino, podemos concluir que son personas de trabajo, ocupadas en sus asuntos y de bajo perfil, que carecen en general de la ‘picardía’ de aquellos que buscan popularidad con alguna historia asombrosa. Además, sería muy difícil acceder al centro de la plantación para realizar los círculos sin dejar alguna marca; esto también viene a dar un poco de lógica a la posibilidad de que estos dibujos hayan sido hechos ‘desde arriba’”. La investigadora insistió en que carece “de elementos contundentes de estudio para dar una opinión a favor o en contra y, como en muchísimos de los casos que vemos en ovnilogía, nos queda simplemente atar cabos, usar la experiencia y un poco la intuición. De todas formas, seguiré informando en caso de tener novedades”.
fuente, aimdigital
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