El software permite escuchar llamadas, leer mensajes de texto y determinar la ubicación de una persona
Para pinchar un celular y saber todo del otro, con quién habla o se escribe y dónde se encuentra, ya no es necesario contratar a un servicio de espías: basta con bajar de Internet un nuevo software.
“Solo debe tomar prestado 10 minutos el celular en cuestión para instalar y configurar el programa. Una vez hecho esto, el equipo será monitoreado por usted las 24 horas de los 365 días del año que dure la licencia del programa, pudiéndose renovar”, publicita uno de los sitios argentinos que ofrece el programa. Este espía digital ya va cobrando popularidad entre empresas que pretenden vigilar los movimientos de su plantilla, familias en las que los padres no quieren perder de vista a sus hijos y entre parejas celosas que temen estar siendo engañadas.
El software más utilizado es el SpyPhone, que cuesta entre 300 y 600 dólares, dependiendo del sistema operativo del celular que quiera espiar el invasor. Existen otros programas de espionaje de celulares como SpyBubble, Flexispy, Mobile Spy o CallTrack, pero los especialistas opinan que “son poco efectivos”. Según explicó a Clarín Axel Lawson, de la empresa GIG SRL, especializada en proteger la privacidad de la información personal, “cada vez que se inicia una llamada, el celular intervenido con el SpyPhone envía un SMS al teléfono del espía. Si el espía quiere escuchar la conversación, debe mandar ese SMS al espiado [quien no se da cuenta que le llega el mensaje] y comienza a escuchar la conversación”. El SpyPhone también envía al rastreador el contenido de los SMS con fecha, hora y remitente. Además, a través de una página Web, permite acceder a un historial con todas las comunicaciones efectuadas. Si la línea no está ocupada, el celular invadido funciona como micrófono y puede transmitir conversaciones del lugar donde se encuentra. Mediante el GPS del teléfono celular, estos agentes digitales también son capaces de detectar el paradero de la persona vigilada y la ruta a la que se dirige. Para desactivar el programa, el usuario no tiene más que enviar un mensaje de texto al celular de la víctima.
fuente, actualidad.rt
este cuento no pinta con final feliz.. donde habra quedado los derechos de privacidad.
Para pinchar un celular y saber todo del otro, con quién habla o se escribe y dónde se encuentra, ya no es necesario contratar a un servicio de espías: basta con bajar de Internet un nuevo software.
“Solo debe tomar prestado 10 minutos el celular en cuestión para instalar y configurar el programa. Una vez hecho esto, el equipo será monitoreado por usted las 24 horas de los 365 días del año que dure la licencia del programa, pudiéndose renovar”, publicita uno de los sitios argentinos que ofrece el programa. Este espía digital ya va cobrando popularidad entre empresas que pretenden vigilar los movimientos de su plantilla, familias en las que los padres no quieren perder de vista a sus hijos y entre parejas celosas que temen estar siendo engañadas.
El software más utilizado es el SpyPhone, que cuesta entre 300 y 600 dólares, dependiendo del sistema operativo del celular que quiera espiar el invasor. Existen otros programas de espionaje de celulares como SpyBubble, Flexispy, Mobile Spy o CallTrack, pero los especialistas opinan que “son poco efectivos”. Según explicó a Clarín Axel Lawson, de la empresa GIG SRL, especializada en proteger la privacidad de la información personal, “cada vez que se inicia una llamada, el celular intervenido con el SpyPhone envía un SMS al teléfono del espía. Si el espía quiere escuchar la conversación, debe mandar ese SMS al espiado [quien no se da cuenta que le llega el mensaje] y comienza a escuchar la conversación”. El SpyPhone también envía al rastreador el contenido de los SMS con fecha, hora y remitente. Además, a través de una página Web, permite acceder a un historial con todas las comunicaciones efectuadas. Si la línea no está ocupada, el celular invadido funciona como micrófono y puede transmitir conversaciones del lugar donde se encuentra. Mediante el GPS del teléfono celular, estos agentes digitales también son capaces de detectar el paradero de la persona vigilada y la ruta a la que se dirige. Para desactivar el programa, el usuario no tiene más que enviar un mensaje de texto al celular de la víctima.
fuente, actualidad.rt
este cuento no pinta con final feliz.. donde habra quedado los derechos de privacidad.
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