Planeta siendo desintegrado por el calor de su estrella

Ilustración del planeta. (Foto: NASA/JPL-Caltech)

Los astrónomos pueden haber detectado indicios firmes de un posible planeta desintegrándose bajo el intenso calor de su estrella, ubicada a 1.500 años-luz de la Tierra. Tal como ocurre con la estela de materia que en forma de cola dejan tras de sí los cometas, se cree que el supuesto planeta tiene una cola de polvo. Pero ésta no durará por mucho tiempo. Los científicos calculan que, a la actual tasa de evaporación, el mundo polvoriento podría acabar del todo vaporizado dentro de 200 millones de años.

Si bien los indicios de todo esto parecen firmes, se requieren observaciones adicionales para confirmar debidamente la existencia de este planeta y su peculiar situación.



Todo comenzó cuando el equipo de Saul Rappaport, profesor emérito de física en el MIT, Boston, Massachusetts, y Jon Jenkins, investigador adscrito al Telescopio Espacial Kepler en el Instituto SETI de Mountain View, California, identificó un inusual patrón de luz que emana de una estrella llamada KIC 12557548 en el campo de visión del Kepler.

El telescopio espacial Kepler, de la NASA, detecta planetas y candidatos a planetas, mediante la técnica de medir los descensos de brillo de más de 150.000 estrellas. Esas disminuciones sutiles de brillo pueden delatar la existencia de planetas que, en sus órbitas, cruzan en algún momento por delante de su estrella (visto desde la perspectiva visual del Kepler).

El patrón de luz de KIC 12557548 parece denotar la presencia de un planeta. Orbitando en torno a esa estrella, que es más pequeña y más fría que nuestro sol, el supuesto planeta completa su órbita alrededor de dicha estrella en menos de 16 horas, siendo una de las órbitas más cortas jamás detectada. A una distancia orbital de tan sólo dos veces el diámetro de su estrella, se estima que la temperatura de la superficie del planeta bordea unos calcinantes 1.800 grados centígrados (unos 3.300 grados Fahrenheit).
Los científicos plantean la hipótesis de que el hemisferio diurno del planeta es un océano de magma. Por su cercanía a la estrella, es muy probable que la rotación del planeta esté sincronizada con su movimiento orbital, de tal modo que siempre presente la misma cara a su estrella. La superficie del planeta se derrite y evapora a tan altas temperaturas, que la energía del viento resultante es suficiente para que el polvo y el gas escapen al espacio, formando una estela parecida a la cola de un cometa.

fuente, http://noticiasdelaciencia.com/not/4513/planeta_siendo_desintegrado_por_el_calor_de_su_estrella/

Comentarios