El sistema de KOI-872. (Foto: Southwest Research Institute)
Hace más de 150 años, antes de que Neptuno fuera avistado en el cielo nocturno, el matemático francés Urbain Le Verrier predijo la existencia del planeta sobre la base de las pequeñas variaciones en el movimiento de Urano. Usando un laborioso método matemático para evaluar los efectos de la gravedad, conocido como teoría de la perturbación gravitatoria, Le Verrier argumentó a favor de la existencia de Neptuno y predijo la posición de este mundo oculto, que más tarde fue detectado directamente por Johann Galle del Observatorio de Berlín.
En un nuevo estudio, la misma táctica ha permitido inferir la existencia de otro planeta no avistado, esta vez en órbita a una estrella distante, haciendo de ello la primera ocasión en que la técnica aplicada por Le Verrier se utiliza con éxito fuera de nuestro sistema solar.
El equipo de David Nesvorny del Instituto de Investigación del Sudoeste, en San Antonio, Texas, y David Kipping, del Centro para la Astrofísica, gestionado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano, en Estados Unidos, analizó datos recientes reunidos por el Telescopio Espacial Kepler de la NASA, sobre sistemas con planetas que pasan periódicamente justo por delante de sus respectivas estrellas, desde la perspectiva visual de la Tierra. Los autores del estudio apreciaron que varios de estos sistemas muestran, en los pases de los planetas por delante de sus estrellas, las sutiles pero delatadoras variaciones que indican la presencia de compañeros ocultos, como lunas o planetas no avistados.
Cierta estrella similar al Sol, conocida como KOI-872, no tardó en captar toda la atención del equipo. Pronto resultó evidente que en ese sistema solar debe haber un planeta aún no visto, pero que es detectable por sus efectos gravitacionales.
Valiéndose de la teoría de la perturbación de Le Verrier para acelerar los cálculos informáticos sobre las muchas configuraciones posibles de las órbitas planetarias, el equipo constató que el modelo que mejor encaja con las variaciones observadas es el de un planeta no detectado con una masa como la de Saturno que completa una órbita alrededor de su estrella cada 57 días.
En la investigación también han trabajado Lars Buchhave (del Instituto Niels Bohr, de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca,), Allan Schmitt (de Citizen Science, o "Ciencia Ciudadana"), Gaspar Bakos y Joel Hartman (ambos de la Universidad de Princeton en New Jersey, Estados Unidos).
fuente, http://noticiasdelaciencia.com/not/4579/detectan_por_su_gravedad_a_un_planeta_de_la_masa_de_saturno_en_otro_sistema_solar/
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