Hace unas décadas la industria farmacéutica desarrolló innumerables tabletas para reducir la presión arterial, controlar la glucosa y el colesterol en la sangre y evitar infecciones.
Hoy, muy pocas medicinas parecen salir al mercado.
Y es que producir y llevar a la clínica un nuevo medicamento puede llegar a costar US$1.000 millones y es un proceso que puede tardar más de 15 años.
La industria está enfrentando múltiples crisis, presupuestos cada vez más reducidos y enormes desafíos científicos.
¿Es éste el fin de los nuevos hallazgos farmacéuticos?
Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud, advirtió recientemente que el mundo se está dirigiendo a una "era postantibióticos" y que llegará el momento en que muchas de las infecciones más comunes ya no podrán curarse.
Esto debido a la creciente resistencia a los antibióticos actualmente disponibles.
Y a medida que la población envejece, los científicos se esfuerzan por encontrar formas -y fármacos- para combatir la creciente epidemia de enfermedades neurológicas como Alzheimer y Parkinson.
Al parecer, el viejo modelo de desarrollo de fármacos ya no está funcionando.
Este método, en el que la industria comprometía cantidades enormes de dinero para tratar de encontrar una medicina que pudiera tratar a proporciones enormes de la población -y generar "montañas" de efectivo para cubrir otras pérdidas- ya no puede sostener a la industria.
Enorme vacío
El modelo es ineficiente. En nueve de cada 10 ocasiones, las moléculas que muestran promesa en las etapas iniciales fracasan en los ensayos más avanzados.
Otra gran presión para las farmacéuticas es cuando las patentes de algunos de sus fármacos más lucrativos expiran.
Y cada vez es más difícil para los científicos encontrar los blancos adecuados para un compuesto químico.
Como explica el profesor Chas Bountra, experto en medicina traslacional de la Universidad de Oxford, "no hemos logrado entender lo suficiente sobre enfermedades humanas o suficiente sobre cómo actúan los compuestos existentes".
"Si no entendemos eso, no podemos diseñar moléculas superiores y mejores".
Otro problema, agrega, es el proceso de duplicación en el desarrollo de un fármaco.
"No solemos publicar nuestros fracasos, o si los publicamos, lo hacemos demasiado tarde", expresa el profesor Bountra.
"Como consecuencia, otros académicos y otras compañías que están trabajando en el mismo objetivo, continúan desperdiciando recursos y carreras y exponiendo a los pacientes a moléculas que tienen la posibilidad de fracasar".
Industria abierta
El profesor Patrick Vallance, presidente de investigación farmacéutica y desarrollo de GlaxoSmithKline (GSK) cree que la industria es cada más abierta.
"Una de las cosas que hemos hecho es ser muy abiertos sobre los compuestos que van a la clínica".
"Publicamos nuestros resultados y hacemos disponibles nuestros protocolos para la revisión de científicos cuando entregamos nuestros estudios".
"Este tipo de cosas ayudan a tener una mejor visibilidad de lo que se está desarrollando" agrega.
Pero al mismo tiempo, argumenta, "tenemos que ser realistas".
"Siempre habrá cierto grado de duplicación porque esto es parte de la competición".
Por su parte, el profesor Paul Workman del Instituto de Investigación de Cáncer expresa que hay otro asunto importante.
"Con los problemas de la crisis financiera se ha desarrollado una especie de vacío que muchos describimos como 'el valle de la muerte'" dice.
"Es el valle entre la investigación básica y la innovación, por un lado, y el beneficio de los pacientes y el éxito comercial, por el otro".
"Con una enorme división en medio en la cual se ve una falta de inversión y muchísimos fracasos".
Colaboración
Una posible solución, creen los expertos, es que las fundaciones de beneficencia, como la Wellcome Trust, ofrezcan inversión para llenar esa división.
El profesor Workman cree que el modelo más exitoso es aquél en donde muchos procesos para el descubrimiento y desarrollo de un fármaco ocurren bajo un mismo techo.
Esto debe funcionar con la asociación de pequeñas y grandes compañías, principalmente en las últimas etapas de desarrollo.
Y los avances científicos, agrega el experto, también están permitiendo la posibilidad de nuevos hallazgos farmacéuticos.
"La ciencia está avanzando en dirección opuesta al modelo antiguo de producción farmacéutica: hacia la medicina personalizada".
"Con ésta se podrá identificar al paciente que se beneficiará con determinado compuesto sometiéndolo a una prueba genética".
"Se beneficiará así a un número pequeño de pacientes pero se beneficiarán extremadamente bien" agrega.
La colaboración, dicen los expertos, es la clave del éxito futuro en el campo farmacéutico.
En especial la colaboración en las primeras etapas del desarrollo de un medicamento.
Tal como expresa el profesor Vallance, la competición más grande se verá en las últimas etapas de un fármaco.
"Habrá una feroz competencia para ser los primeros en conseguir la mejor medicina, para asegurarnos de que estamos haciendo un ensayo correcto y de que podemos demostrar que logramos obtener el mejor medicamento" expresa el profesor Vallance.
fuente, http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/05/120523_descubrimiento_nuevos_medicamentos_men.shtml
Hace unas décadas se desarrollaron innumerables fármacos para muchas enfermedades.
Hoy, muy pocas medicinas parecen salir al mercado.
Y es que producir y llevar a la clínica un nuevo medicamento puede llegar a costar US$1.000 millones y es un proceso que puede tardar más de 15 años.
La industria está enfrentando múltiples crisis, presupuestos cada vez más reducidos y enormes desafíos científicos.
¿Es éste el fin de los nuevos hallazgos farmacéuticos?
Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud, advirtió recientemente que el mundo se está dirigiendo a una "era postantibióticos" y que llegará el momento en que muchas de las infecciones más comunes ya no podrán curarse.
Esto debido a la creciente resistencia a los antibióticos actualmente disponibles.
Y a medida que la población envejece, los científicos se esfuerzan por encontrar formas -y fármacos- para combatir la creciente epidemia de enfermedades neurológicas como Alzheimer y Parkinson.
Al parecer, el viejo modelo de desarrollo de fármacos ya no está funcionando.
Este método, en el que la industria comprometía cantidades enormes de dinero para tratar de encontrar una medicina que pudiera tratar a proporciones enormes de la población -y generar "montañas" de efectivo para cubrir otras pérdidas- ya no puede sostener a la industria.
Enorme vacío
El modelo es ineficiente. En nueve de cada 10 ocasiones, las moléculas que muestran promesa en las etapas iniciales fracasan en los ensayos más avanzados.
Otra gran presión para las farmacéuticas es cuando las patentes de algunos de sus fármacos más lucrativos expiran.
Y cada vez es más difícil para los científicos encontrar los blancos adecuados para un compuesto químico.
Como explica el profesor Chas Bountra, experto en medicina traslacional de la Universidad de Oxford, "no hemos logrado entender lo suficiente sobre enfermedades humanas o suficiente sobre cómo actúan los compuestos existentes".
"Si no entendemos eso, no podemos diseñar moléculas superiores y mejores".
Otro problema, agrega, es el proceso de duplicación en el desarrollo de un fármaco.
"No solemos publicar nuestros fracasos, o si los publicamos, lo hacemos demasiado tarde", expresa el profesor Bountra.
"Como consecuencia, otros académicos y otras compañías que están trabajando en el mismo objetivo, continúan desperdiciando recursos y carreras y exponiendo a los pacientes a moléculas que tienen la posibilidad de fracasar".
No solemos publicar nuestros fracasos, o si los publicamos, lo hacemos demasiado tarde. Como consecuencia, otros académicos y otras compañías que están trabajando en el mismo objetivo, continúan desperdiciando recursos y carreras y exponiendo a los pacientes a moléculas que tienen la posibilidad de fracasa"
Prof. Chas Bountra
El profesor Patrick Vallance, presidente de investigación farmacéutica y desarrollo de GlaxoSmithKline (GSK) cree que la industria es cada más abierta.
"Una de las cosas que hemos hecho es ser muy abiertos sobre los compuestos que van a la clínica".
"Publicamos nuestros resultados y hacemos disponibles nuestros protocolos para la revisión de científicos cuando entregamos nuestros estudios".
"Este tipo de cosas ayudan a tener una mejor visibilidad de lo que se está desarrollando" agrega.
Pero al mismo tiempo, argumenta, "tenemos que ser realistas".
"Siempre habrá cierto grado de duplicación porque esto es parte de la competición".
Por su parte, el profesor Paul Workman del Instituto de Investigación de Cáncer expresa que hay otro asunto importante.
"Con los problemas de la crisis financiera se ha desarrollado una especie de vacío que muchos describimos como 'el valle de la muerte'" dice.
"Es el valle entre la investigación básica y la innovación, por un lado, y el beneficio de los pacientes y el éxito comercial, por el otro".
"Con una enorme división en medio en la cual se ve una falta de inversión y muchísimos fracasos".
El proceso para producir un nuevo fármaco puede demorar hasta 15 años.
Colaboración
Una posible solución, creen los expertos, es que las fundaciones de beneficencia, como la Wellcome Trust, ofrezcan inversión para llenar esa división.
El profesor Workman cree que el modelo más exitoso es aquél en donde muchos procesos para el descubrimiento y desarrollo de un fármaco ocurren bajo un mismo techo.
Esto debe funcionar con la asociación de pequeñas y grandes compañías, principalmente en las últimas etapas de desarrollo.
Y los avances científicos, agrega el experto, también están permitiendo la posibilidad de nuevos hallazgos farmacéuticos.
"La ciencia está avanzando en dirección opuesta al modelo antiguo de producción farmacéutica: hacia la medicina personalizada".
"Con ésta se podrá identificar al paciente que se beneficiará con determinado compuesto sometiéndolo a una prueba genética".
"Se beneficiará así a un número pequeño de pacientes pero se beneficiarán extremadamente bien" agrega.
La colaboración, dicen los expertos, es la clave del éxito futuro en el campo farmacéutico.
En especial la colaboración en las primeras etapas del desarrollo de un medicamento.
Tal como expresa el profesor Vallance, la competición más grande se verá en las últimas etapas de un fármaco.
"Habrá una feroz competencia para ser los primeros en conseguir la mejor medicina, para asegurarnos de que estamos haciendo un ensayo correcto y de que podemos demostrar que logramos obtener el mejor medicamento" expresa el profesor Vallance.
La ciencia está avanzando en dirección opuesta al modelo antiguo de producción farmacéutica: hacia la medicina personalizada"
Profesor Paul Workman
fuente, http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/05/120523_descubrimiento_nuevos_medicamentos_men.shtml
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