Millones de personas son sonámbulas, tienen tendencia a levantarse dormidas por la noche. Ahora, un estudio revela que su número es mucho más alto de lo que se había pensado previamente.
Los científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, encontraron que en ese país unos 8,4 millones de personas (un 3,6% de la población) tienen tendencia al sonambulismo.
Y el número es igualmente en alto en otras regiones del mundo donde se han llevado a cabo estudios del trastorno.
Además, los investigadores también encontraron un vínculo entre la tendencia a realizar caminatas nocturnas estando dormido y el riesgo de desarrollar trastornos como depresión y ansiedad.
Tal como señalan los científicos en Neurology, la revista de la Academia Estadounidense de Neurología, aunque hay varias teorías sobre las causas del sonambulismo, hasta ahora se desconoce qué es lo que provoca este trastorno.
Según el profesor Maurice Ohayon, quien dirigió el estudio, el sonambulismo es un trastorno de conducta durante el sueño de la categoría de las parasomnias, en los que se produce "una excitación durante la fase No REM del sueño (o el sueño de ondas lentas)".
Se trata de episodios breves en los que la persona puede llevar a cabo actividades sencillas o complejas, como salir de la cama, ir al baño, caminar o salir de la casa, mientras permanece inconsciente.
Depresión y alcoholismo
Tal como señalan los investigadores, los datos también mostraron que la gente con depresión tiene 3,5 veces más probabilidades de sonambulismo que quienes no sufren el trastorno.
Quienes toman medicamentos antidepresivos mostraron tres veces más probabilidad de tener dos episodios de sonambulismo o más al mes.
Y las personas con dependencia o abuso de alcohol y aquellos que sufren el trastorno obsesivo compulsivo también tienen "significativamente más probabilidades" de episodios de sonambulismo, expresan los autores.
"No hay duda de que existe una asociación entre la deambulación nocturna y ciertos trastornos, pero no sabemos la dirección de la causalidad", dice el profesor Ohayon.
"¿Están los trastornos médicos provocando sonambulismo, o está ocurriendo lo contrario? O, quizás, el responsable es el tratamiento", agrega.
"Lo que es claro en este estudio -dicen los autores- es que el sonambulismo es mucho más prevalente en adultos de lo que se había pensado".
Consecuencias y creencias falsas
"Deambular durante la noche puede ser inocuo y a menudo es motivo de bromas", explica el profesor Ohayon.
"Por ejemplo, ¿alguien recuerda el episodio de los Simpson en el que Homer comienza a deambular y hacer tonterías mientras sigue dormido?".
"A pesar de las bromas, el sonambulismo puede tener consecuencias graves. Hay episodios que pueden resultar en lesiones del individuo que deambula o de otros y pueden conducir a una discapacidad en el funcionamiento psicosocial", agrega el científico.
Quizás porque es un trastorno todavía muy desconocido, existen muchas creencias equivocadas sobre el sonambulismo.
Por ejemplo, se piensa erróneamente que despertar a una persona que deambula dormida es peligroso.
Y tampoco es cierto que la tendencia a caminar dormido es la reproducción de los movimientos que el individuo realiza en sus escenas de sueño.
Causa desconocida
Los expertos creen que el uso de ciertos medicamentos y la presencia de algunos trastornos psicológicos y psiquiátricos pueden desencadenar el sonambulismo, pero las causas exactas se desconocen.
Tal como explican los investigadores, hay muy pocos estudios epidemiológicos sobre la prevalencia del trastorno en el mundo.
"Además de un estudio que realizamos hace unos 10 años entre la población general de Europa, en el que informamos de una prevalencia de sonambulismo de 2%, casi no hay datos sobre qué tan prevalentes son las caminatas nocturnas en la población general adulta", afirman los autores.
"En Estados Unidos, la única tasa de prevalencia de sonambulismo disponible fue publicada hace 30 años", agregan.
Ahora por primera vez los investigadores utilizaron datos más amplios y representativos de la población estadounidense para conocer el número de sonámbulos.
Además de establecer la prevalencia del trastorno, los científicos querían también evaluar el vínculo entre el uso de medicamentos y la presencia de trastornos mentales con el sonambulismo.
El profesor Ohayon y su equipo llevaron a cabo encuestas telefónicas con 19.136 individuos de varios estados del país, los cuales respondieron cuestionarios sobre su salud mental, historial médico, uso de medicamentos, frecuencia, duración e historial familiar de sonambulismo.
También respondieron sobre otros síntomas de trastornos de parasomnia, como pesadillas o conductas violentas durante el sueño.
Los resultados mostraron que hasta 3,6% de los encuestados habían tenido al menos un episodio durante el año previo y 1% habían tenido dos o más episodios en un mes.
Como muchos de los participantes respondieron que habían tenido sonambulismo durante su infancia o adolescencia, los investigadores encontraron que la prevalencia a lo largo de la vida en la población es de 29,2%.
El sonambulismo puede afectar hasta 29% de la población adulta en algún momento de la vida.
Los científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, encontraron que en ese país unos 8,4 millones de personas (un 3,6% de la población) tienen tendencia al sonambulismo.
Y el número es igualmente en alto en otras regiones del mundo donde se han llevado a cabo estudios del trastorno.
Además, los investigadores también encontraron un vínculo entre la tendencia a realizar caminatas nocturnas estando dormido y el riesgo de desarrollar trastornos como depresión y ansiedad.
Tal como señalan los científicos en Neurology, la revista de la Academia Estadounidense de Neurología, aunque hay varias teorías sobre las causas del sonambulismo, hasta ahora se desconoce qué es lo que provoca este trastorno.
Según el profesor Maurice Ohayon, quien dirigió el estudio, el sonambulismo es un trastorno de conducta durante el sueño de la categoría de las parasomnias, en los que se produce "una excitación durante la fase No REM del sueño (o el sueño de ondas lentas)".
Se trata de episodios breves en los que la persona puede llevar a cabo actividades sencillas o complejas, como salir de la cama, ir al baño, caminar o salir de la casa, mientras permanece inconsciente.
Depresión y alcoholismo
Tal como señalan los investigadores, los datos también mostraron que la gente con depresión tiene 3,5 veces más probabilidades de sonambulismo que quienes no sufren el trastorno.
Quienes toman medicamentos antidepresivos mostraron tres veces más probabilidad de tener dos episodios de sonambulismo o más al mes.
Y las personas con dependencia o abuso de alcohol y aquellos que sufren el trastorno obsesivo compulsivo también tienen "significativamente más probabilidades" de episodios de sonambulismo, expresan los autores.
"No hay duda de que existe una asociación entre la deambulación nocturna y ciertos trastornos, pero no sabemos la dirección de la causalidad", dice el profesor Ohayon.
"¿Están los trastornos médicos provocando sonambulismo, o está ocurriendo lo contrario? O, quizás, el responsable es el tratamiento", agrega.
"Lo que es claro en este estudio -dicen los autores- es que el sonambulismo es mucho más prevalente en adultos de lo que se había pensado".
Consecuencias y creencias falsas
"Deambular durante la noche puede ser inocuo y a menudo es motivo de bromas", explica el profesor Ohayon.
"Por ejemplo, ¿alguien recuerda el episodio de los Simpson en el que Homer comienza a deambular y hacer tonterías mientras sigue dormido?".
"A pesar de las bromas, el sonambulismo puede tener consecuencias graves. Hay episodios que pueden resultar en lesiones del individuo que deambula o de otros y pueden conducir a una discapacidad en el funcionamiento psicosocial", agrega el científico.
Quizás porque es un trastorno todavía muy desconocido, existen muchas creencias equivocadas sobre el sonambulismo.
Por ejemplo, se piensa erróneamente que despertar a una persona que deambula dormida es peligroso.
Y tampoco es cierto que la tendencia a caminar dormido es la reproducción de los movimientos que el individuo realiza en sus escenas de sueño.
Causa desconocida
Los expertos creen que el uso de ciertos medicamentos y la presencia de algunos trastornos psicológicos y psiquiátricos pueden desencadenar el sonambulismo, pero las causas exactas se desconocen.
Tal como explican los investigadores, hay muy pocos estudios epidemiológicos sobre la prevalencia del trastorno en el mundo.
"Además de un estudio que realizamos hace unos 10 años entre la población general de Europa, en el que informamos de una prevalencia de sonambulismo de 2%, casi no hay datos sobre qué tan prevalentes son las caminatas nocturnas en la población general adulta", afirman los autores.
"En Estados Unidos, la única tasa de prevalencia de sonambulismo disponible fue publicada hace 30 años", agregan.
Ahora por primera vez los investigadores utilizaron datos más amplios y representativos de la población estadounidense para conocer el número de sonámbulos.
Además de establecer la prevalencia del trastorno, los científicos querían también evaluar el vínculo entre el uso de medicamentos y la presencia de trastornos mentales con el sonambulismo.
El profesor Ohayon y su equipo llevaron a cabo encuestas telefónicas con 19.136 individuos de varios estados del país, los cuales respondieron cuestionarios sobre su salud mental, historial médico, uso de medicamentos, frecuencia, duración e historial familiar de sonambulismo.
También respondieron sobre otros síntomas de trastornos de parasomnia, como pesadillas o conductas violentas durante el sueño.
Los resultados mostraron que hasta 3,6% de los encuestados habían tenido al menos un episodio durante el año previo y 1% habían tenido dos o más episodios en un mes.
Como muchos de los participantes respondieron que habían tenido sonambulismo durante su infancia o adolescencia, los investigadores encontraron que la prevalencia a lo largo de la vida en la población es de 29,2%.
A pesar de las bromas, el sonambulismo puede tener consecuencias graves. Hay episodios que pueden resultar en lesiones del individuo que deambula o de otros y pueden conducir a una discapacidad en el funcionamiento psicosocial"
Prof. Maurice Ohayon
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