Aimee Copeland antes del accidente (AP)
Lo que más preocupa a los médicos encargados de cuidar a Aimee Copeland no es la
bacteria carnívora que le ha devorado una pierna y amenaza con comerle los dedos de las manos. Es cómo reaccione cuando se entere. Entubada y semiinconsciente en un hospital de Tennessee (Estados Unidos), Copeland, una activa estudiante de 24 años, apenas recordará que se abrió el menisco el uno de mayo mientras hacía alpinismo junto a un río de Georgia. Mucho menos podrá acordarse de cómo una bacteria que se alimenta de la carne humana, la Aeromonas hydrophila, se coló en su organismo y ha obligado a que se le ampute una pierna. Todavía no se sabe si la bacteria ha desaparecido con la amputación. Si sigue ahí, podría ir a por sus manos. Y después, a por el 60% de su cuerpo.
La reacción de Aimee es una incógnita que la familia de Copeland no quiere resolver. Ahora está sedada con varios calmantes para que no recuerde su accidente. Pero dentro de poco tendrá que despertar. "Tendrá que descubrir que ya no tiene su preciosa pierna", se lamentaba su padre, Andy, en su blog. "Y que las manos ya no le funcionan con la destreza que tenía antes. ¿Cómo se responde a una situación así? Me da miedo el terror y la depresión que la esperan. En cuanto le quiten el tubo que conecta sus pulmones a una máquina respiratoria, empezará a hacer preguntas. Será un momento maravilloso para la familia, pero también será cuando Aimee empiece a recibir respuestas sobre su enfermedad".
El factor psicológico será probablemente el más duro de superar. Aimee era hasta ahora una deportista dedicada y la resistencia de su organismo está siendo asombrosa. Pero el cambio que le espera en su vida es radical. "Para ser alguien que ha pasado su vida en una forma excelente, la pérdida a la que se enfrenta es alucinante", aclara Harsh Trivedi, uno de los jefes del hospital Vaderbilt de Nashville (Tennessee). "Va a pasar por un proceso similar al luto que seguramente venga acompañado de una depresión cuando vea la diferencia entre su vida de hace tres semanas y ahora".
Aeromonas hydrophila, la bacteria causante de la rara enfermedad (AP)Sin embargo, es
difícil separar cuerpo y mente. "Su estado mental dependerá del progreso físico que vaya haciendo", añade Trivedi. "Cada vez que tenga una complicación, le será más difícil superar el accidente. Esto es más una maratón que un sprint y tendrá días buenos y días horribles". A su favor: el hecho de que Aimee sea una estudiante, precisamente, de psicología. "Esto puede darle un punto de vista positivo. Aunque es más fácil dar consejo a otros que aplicárselo a uno mismo".
El factor clave en su tragedia será su familia. Añade Vanderbilt: "Los padres depositan esperanzas y sueños en sus hijos. En cuanto superen el hecho de que Aimee ha sobrevivido, tendrán que plantearse qué repercusiones tiene esto para el resto de su vida. Eso es una pérdida parecida a la muerte. Y va a haber un luto, claro". Con suerte, habrá terminado para cuando Aimee despierte de su sueño y se encuentre en su pesadilla.
fuente, http://ar.noticias.yahoo.com/blogs/blog-editorial/la-pesadilla-aimee-copeland-pierde-una-pierna-por-131941325.html
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