Este mundo rocoso, situado a 1.500 años luz de distancia, se desintegra sin remedio bajo el calor abrasador de su estrella
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la NASA han detectado a 1.500 años luz de distancia un planeta rocoso, no mucho mayor que Mercurio, que parece estar evaporándose bajo el calor abrasador de su estrella. Una larga cola de escombros -muy parecida a la de un cometa- sigue a este mundo, como un recuerdo permanente del que será su trágico final. De acuerdo con los cálculos del equipo, el exoplaneta se desintegrará por completo dentro de 100 millones de años. La investigación aparece publicada en la revista Astrophysical Journal y puede consultarse en Arxiv.
El equipo descubrió que este polvoriento planeta rodea a su estrella cada 15 horas, una de las órbitas planetarias más cortas jamás observadas. Un paseo tan breve supone que ambos cuerpos están muy cerca, por lo que el planeta debe de ser calentado por su estrella a una temperatura de casi 2.000º C, nada menos. Los investigadores creen que a estas temperaturas infernales el material de roca en la superficie del planeta se funde y se evapora, formando un viento que transporta el gas y el polvo hasta el espacio. Densas nubes de polvo siguen al planeta al tiempo que éste acelera alrededor de su estrella.
«Creemos que este polvo está compuesto de partículas de tamaño submicrónico», dice el coautor del artículo Saúl Rappaport, profesor emérito de física en el MIT. «Sería como mirar a través de la niebla de Los Ángeles», describe.
Los resultados del grupo se basan en datos del Kepler, un telescopio espacial que observa más de 160.000 estrellas en la Vía Láctea. El observatorio registra el brillo de cada estrella a intervalos regulares y los científicos analizan los datos para detectar signos de nuevos planetas fuera de nuestro Sistema solar.
Los astrónomos que usan el satélite Kepler suelen identificar exoplanetas mediante la búsqueda de manchas regulares en el brillo de una estrella, lo que indica que algo pasa por delante. Sin embargo, los investigadores encontraron un curioso patrón de luz en una estrella denominada KIC 12557548. El grupo examinó las curvas de luz de la estrella y encontraron que su luz se reducía en diferentes intensidades cada 15 horas, lo que sugiere que algo estaba bloqueando la estrella con regularidad, pero en distintos grados.
«Muertes extraordinarias»
¿Qué ocurría? El equipo consideró varias explicaciones, incluyendo la posibilidad de que un dúo planetario -dos planetas que orbitan entre sí- también girasen alrededor de la estrella. pero al final los datos no apoyaban esta hipótesis. En cambio, a los investigadores se les ocurrió otra posibilidad: que las diferentes intensidades de luz fueran causadas por algo amorfo, algo que cambia de forma.
Los científicos investigaron distintas formas en que el polvo puede ser creado y arrancado de un planeta. Si esto ocurre, este mundo debe de tener un campo gravitatorio bajo, al igual que el de Mercurio, con el fin de que el gas y el polvo pueda escapar de la atracción gravitatoria del planeta. Además, debe estar muy caliente, alrededor de 1.982° C.
En cuanto a la cantidad de polvo que se arroja desde el planeta, el equipo concluye que, al ritmo estimado, se desintegrará por completo dentro de 100 millones de años.
Dan Fabrycky, miembro del equipo científico del observatorio Kepler cree que ésta puede ser una de las muchas maneras en que un planeta puede desaparecer. «Los planetas no son objetos eternos, pueden tener muertes extraordinarias, y en este caso el planeta podría evaporarse por completo en el futuro», señala.
fuente, http://www.abc.es/20120521/ciencia/abci-descubren-planeta-convierte-polvo-201205211153.html
El exoplaneta, del tamaño de Mercurio, se desintegrará dentro de cien millones de años
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la NASA han detectado a 1.500 años luz de distancia un planeta rocoso, no mucho mayor que Mercurio, que parece estar evaporándose bajo el calor abrasador de su estrella. Una larga cola de escombros -muy parecida a la de un cometa- sigue a este mundo, como un recuerdo permanente del que será su trágico final. De acuerdo con los cálculos del equipo, el exoplaneta se desintegrará por completo dentro de 100 millones de años. La investigación aparece publicada en la revista Astrophysical Journal y puede consultarse en Arxiv.
El equipo descubrió que este polvoriento planeta rodea a su estrella cada 15 horas, una de las órbitas planetarias más cortas jamás observadas. Un paseo tan breve supone que ambos cuerpos están muy cerca, por lo que el planeta debe de ser calentado por su estrella a una temperatura de casi 2.000º C, nada menos. Los investigadores creen que a estas temperaturas infernales el material de roca en la superficie del planeta se funde y se evapora, formando un viento que transporta el gas y el polvo hasta el espacio. Densas nubes de polvo siguen al planeta al tiempo que éste acelera alrededor de su estrella.
«Creemos que este polvo está compuesto de partículas de tamaño submicrónico», dice el coautor del artículo Saúl Rappaport, profesor emérito de física en el MIT. «Sería como mirar a través de la niebla de Los Ángeles», describe.
Los resultados del grupo se basan en datos del Kepler, un telescopio espacial que observa más de 160.000 estrellas en la Vía Láctea. El observatorio registra el brillo de cada estrella a intervalos regulares y los científicos analizan los datos para detectar signos de nuevos planetas fuera de nuestro Sistema solar.
Los astrónomos que usan el satélite Kepler suelen identificar exoplanetas mediante la búsqueda de manchas regulares en el brillo de una estrella, lo que indica que algo pasa por delante. Sin embargo, los investigadores encontraron un curioso patrón de luz en una estrella denominada KIC 12557548. El grupo examinó las curvas de luz de la estrella y encontraron que su luz se reducía en diferentes intensidades cada 15 horas, lo que sugiere que algo estaba bloqueando la estrella con regularidad, pero en distintos grados.
«Muertes extraordinarias»
¿Qué ocurría? El equipo consideró varias explicaciones, incluyendo la posibilidad de que un dúo planetario -dos planetas que orbitan entre sí- también girasen alrededor de la estrella. pero al final los datos no apoyaban esta hipótesis. En cambio, a los investigadores se les ocurrió otra posibilidad: que las diferentes intensidades de luz fueran causadas por algo amorfo, algo que cambia de forma.
Los científicos investigaron distintas formas en que el polvo puede ser creado y arrancado de un planeta. Si esto ocurre, este mundo debe de tener un campo gravitatorio bajo, al igual que el de Mercurio, con el fin de que el gas y el polvo pueda escapar de la atracción gravitatoria del planeta. Además, debe estar muy caliente, alrededor de 1.982° C.
En cuanto a la cantidad de polvo que se arroja desde el planeta, el equipo concluye que, al ritmo estimado, se desintegrará por completo dentro de 100 millones de años.
Dan Fabrycky, miembro del equipo científico del observatorio Kepler cree que ésta puede ser una de las muchas maneras en que un planeta puede desaparecer. «Los planetas no son objetos eternos, pueden tener muertes extraordinarias, y en este caso el planeta podría evaporarse por completo en el futuro», señala.
fuente, http://www.abc.es/20120521/ciencia/abci-descubren-planeta-convierte-polvo-201205211153.html
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