Usando el Conjunto de telescopios del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM) en los Alpes franceses, un equipo de astrónomos de Alemania, el Reino Unido y Francia ha descubierto una gran acumulación de gas y polvo en una galaxia que circunda al agujero negro supermasivo más distante que se conozca.
La luz de la galaxia, llamada J1120+0641, ha tardado tanto en llegar hasta la Tierra que la galaxia presenta el aspecto que tenía tan sólo 740 millones años después del Big Bang, cuando la edad del universo era sólo una dieciochoava parte de su edad actual.
Una actualización reciente hecha al IRAM permitió al equipo de Bram Venemans, del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg, Alemania, Pierre Cox, director del IRAM, y Richard McMahon, de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, detectar la citada masa de gas y polvo en torno al agujero negro. Esa envoltura incluye cantidades significativas de carbono. Esto es bastante inesperado, ya que el carbono es un elemento químico que se crea a través de la fusión nuclear del helio en el centro de estrellas masivas y es esparcido por la galaxia cuando estas estrellas finalizan su vida en espectaculares explosiones de supernova.
Tal como subraya Venemans, es realmente sorprendente que se formara en esa época del pasado remoto del universo una cantidad tan grande de gas rico en carbono. La presencia de tanto carbono confirma que debieron formarse bastantes estrellas masivas en el breve período comprendido entre el Big Bang y 740 millones de años después, la época que estamos viendo en esa distante galaxia.
Se calcula que en esa galaxia, 740 millones de años después del Big Bang, se formaban estrellas a un ritmo 100 veces superior al de nuestra Vía Láctea.
La luz de la galaxia, llamada J1120+0641, ha tardado tanto en llegar hasta la Tierra que la galaxia presenta el aspecto que tenía tan sólo 740 millones años después del Big Bang, cuando la edad del universo era sólo una dieciochoava parte de su edad actual.
Una actualización reciente hecha al IRAM permitió al equipo de Bram Venemans, del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg, Alemania, Pierre Cox, director del IRAM, y Richard McMahon, de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, detectar la citada masa de gas y polvo en torno al agujero negro. Esa envoltura incluye cantidades significativas de carbono. Esto es bastante inesperado, ya que el carbono es un elemento químico que se crea a través de la fusión nuclear del helio en el centro de estrellas masivas y es esparcido por la galaxia cuando estas estrellas finalizan su vida en espectaculares explosiones de supernova.
Tal como subraya Venemans, es realmente sorprendente que se formara en esa época del pasado remoto del universo una cantidad tan grande de gas rico en carbono. La presencia de tanto carbono confirma que debieron formarse bastantes estrellas masivas en el breve período comprendido entre el Big Bang y 740 millones de años después, la época que estamos viendo en esa distante galaxia.
Se calcula que en esa galaxia, 740 millones de años después del Big Bang, se formaban estrellas a un ritmo 100 veces superior al de nuestra Vía Láctea.
Emisión fuerte del carbono en la galaxia estudiada. (Foto: MPG)
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