El telescopio espacial de la agencia NASA ha enviado a la Tierra una nueva imagen de la misteriosa protonebulosa planetaria del Huevo en la constelación del Cisne (Sygnus), que se encuentra a unos tres mil años luz.
Descubierto en 1996, este sistema que se encuentra a caballo entre un sistema de estrella y una nebulosa de gas y polvo, despierta gran interés entre los científicos porque anticipa lo que ocurrirá dentro de unos mil millones de años cuando nuestro Sol agote sus recursos de energía, deje de existir y se convierta en una nebulosa.
En el Huevo (RAFGL 2688) se observa un círculo denso de polvo que oculta lo que quedó de la antigua estrella: sus capas interiores. De este ‘bollo’ espacial escapan cuatro pilares luminosos de materia candente, que abre agujeros en el disco alrededor de la estrella y nos permiten ver su luz reflejada en los gases.
Hasta ahora los investigadores no pueden explicar la composición de la nebulosa ni entender el modo en que aparecen los agujeros en el ‘bollo’. Una teoría sugiere que se crean bajo la influencia de chorros de materia generados por la gravitación de la estrella binaria de esta nebulosa.
fuente,http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/cosmos/issue_39347.html
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