La misión espacial Venus Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) estudió el comportamiento del vórtice del polo sur de Venus y observó que se mueve de forma impredecible en torno al polo sur geográfico a velocidades de hasta 55 kilómetros por hora.
Los vórtices atmosféricos son flujos turbulentos que rotan en espiral, algo así como una especie de ciclón persistente. Son frecuentes en las regiones polares de los planetas del Sistema Solar de rotación rápida, como la Tierra, Júpiter y Saturno, pero también pueden producirse en cuerpos de rotación lenta, como es el caso de Venus. El estudio, publicado en ‘Nature Geoscience’, está liderado por investigadores del grupo de Ciencias Planetarias de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). El trabajo se incluyó en la página web de dicha publicación y el próximo mes de abril aparecerá en la edición en papel, según ha informado la facultad de Ingeniería. En la investigación también han participado un investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (Csic) así como el Observatorio Astronómico de Lisboa, el Observatorio de París y el Instituto de Astrofísica Espacial y Física Cósmica de Roma. Datos de la ‘Venus Express’ La investigación se centra en el vórtice ubicado en el Polo Sur de Venus, una especie de ciclón persistente y a gran escala que constituye uno de los grandes enigmas del astro más parecido a la Tierra del Sistema Solar A diferencia de otros fenómenos similares, como los vórtices polares de la Tierra o el conocido como hexágono de Saturno, el trabajo de los investigadores vascos ha demostrado que el de Venus es mucho más variable e impredecible de lo que se creía.
Para llevar a cabo este estudio, el grupo de Ciencias Planetarias ha utilizado el instrumento más sofisticado instalado en la nave espacial ‘Venus Express’, VIRTIS-M: una cámara espectral que obtiene imágenes en diferentes niveles de la atmósfera venusiana. Los investigadores estudiaron de manera simultánea el vórtice a dos alturas diferentes, a 42 y a 63 km de la superficie del polo sur de Venus. “En cada uno de los planetas que presentan atmósfera los vórtices polares exhiben un comportamiento que obedece al régimen atmosférico existente. El caso de Venus es muy especial en el Sistema Solar, ya que el planeta tarda 243 días en girar sobre sí mismo mientras que su atmósfera lo hace unas 60 veces más rápido, dando origen a un régimen atmosférico llamado superrotación que sólo comparte con Titán, una de las lunas de Saturno”, explica el investigador del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía Javier Peralta. El estudio, titulado ‘Un vórtice caótico y longevo en el Polo Sur de Venus’, ha estado liderado por Itziar Garate, estudiante de doctorado de la UPV/EHU en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao, que trabaja en su tesis doctoral centrada precisamente en la dinámica atmosférica polar del segundo planeta del Sistema Solar. El citado vórtice fue objeto de observaciones durante años, pero todavía no se ha podido explicar su variabilidad, ya que es capaz de alterar su forma en tan sólo un día o permanecer estable durante semanas. El Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV/EHU está dirigido por el catedrático Agustín Sánchez-Lavega y se centra en investigar el área de las atmósferas de los planetas del sistema solar. También coordinada la red de observaciones IOPW (International Outer Planets Watch-Observación Internacional de los Planetas Exteriores) y participa en el análisis de datos de otras misiones espaciales.
fuente y credito a aimdigital
El vórtice polar de Venus se mueve de forma impredecible.
Los vórtices atmosféricos son flujos turbulentos que rotan en espiral, algo así como una especie de ciclón persistente. Son frecuentes en las regiones polares de los planetas del Sistema Solar de rotación rápida, como la Tierra, Júpiter y Saturno, pero también pueden producirse en cuerpos de rotación lenta, como es el caso de Venus. El estudio, publicado en ‘Nature Geoscience’, está liderado por investigadores del grupo de Ciencias Planetarias de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). El trabajo se incluyó en la página web de dicha publicación y el próximo mes de abril aparecerá en la edición en papel, según ha informado la facultad de Ingeniería. En la investigación también han participado un investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (Csic) así como el Observatorio Astronómico de Lisboa, el Observatorio de París y el Instituto de Astrofísica Espacial y Física Cósmica de Roma. Datos de la ‘Venus Express’ La investigación se centra en el vórtice ubicado en el Polo Sur de Venus, una especie de ciclón persistente y a gran escala que constituye uno de los grandes enigmas del astro más parecido a la Tierra del Sistema Solar A diferencia de otros fenómenos similares, como los vórtices polares de la Tierra o el conocido como hexágono de Saturno, el trabajo de los investigadores vascos ha demostrado que el de Venus es mucho más variable e impredecible de lo que se creía.
Para llevar a cabo este estudio, el grupo de Ciencias Planetarias ha utilizado el instrumento más sofisticado instalado en la nave espacial ‘Venus Express’, VIRTIS-M: una cámara espectral que obtiene imágenes en diferentes niveles de la atmósfera venusiana. Los investigadores estudiaron de manera simultánea el vórtice a dos alturas diferentes, a 42 y a 63 km de la superficie del polo sur de Venus. “En cada uno de los planetas que presentan atmósfera los vórtices polares exhiben un comportamiento que obedece al régimen atmosférico existente. El caso de Venus es muy especial en el Sistema Solar, ya que el planeta tarda 243 días en girar sobre sí mismo mientras que su atmósfera lo hace unas 60 veces más rápido, dando origen a un régimen atmosférico llamado superrotación que sólo comparte con Titán, una de las lunas de Saturno”, explica el investigador del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía Javier Peralta. El estudio, titulado ‘Un vórtice caótico y longevo en el Polo Sur de Venus’, ha estado liderado por Itziar Garate, estudiante de doctorado de la UPV/EHU en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao, que trabaja en su tesis doctoral centrada precisamente en la dinámica atmosférica polar del segundo planeta del Sistema Solar. El citado vórtice fue objeto de observaciones durante años, pero todavía no se ha podido explicar su variabilidad, ya que es capaz de alterar su forma en tan sólo un día o permanecer estable durante semanas. El Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV/EHU está dirigido por el catedrático Agustín Sánchez-Lavega y se centra en investigar el área de las atmósferas de los planetas del sistema solar. También coordinada la red de observaciones IOPW (International Outer Planets Watch-Observación Internacional de los Planetas Exteriores) y participa en el análisis de datos de otras misiones espaciales.
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