El buque oceanográfico MARIA S. MERIAN y el sumergible JAGO. (Foto: JAGO-Team, GEOMAR)
Frente a la costa occidental de Spitsbergen (una de las islas del archipiélago noruego de Svalbard), se ha visto en las aguas marinas un burbujeo de gas metano que está escapando a la atmósfera.
El fenómeno ha despertado en la comunidad científica el temor de que la causa de esa fuga de metano sea el comienzo del proceso de disolución de los hidratos de metano en el fondo oceánico a causa de las crecientes temperaturas.
La temperatura promedio de la atmósfera está subiendo; y la de los océanos, también.
Las zonas marítimas de transición, entre las aguas costeras poco hondas y las de las profundidades marinas, almacenan una cantidad enorme de hidratos del metano en el lecho marino.
Estos compuestos, parecidos a hielo de agua, sólo se forman a bajas temperaturas y sometidos a elevadas presiones. Cuando la temperatura del agua que está en contacto directo con el fondo oceánico se eleva lo suficiente, algunos de estos hidratos de metano pueden disolverse y liberar el metano que estaba confinado en ellos, con consecuencias muy peligrosas, dado que el metano es unas 25 veces más potente como gas de efecto invernadero que el dióxido de carbono.
A fin de intentar averiguar la causa de esa fuga de metano marino, y obtener datos que permitan pronosticar qué consecuencias puede tener el fenómeno si su incidencia es lo bastante importante, ha sido enviada a la zona una expedición integrada por expertos de Noruega, Alemania, Suiza y el Reino Unido. Se espera que los resultados que se obtengan permitan esclarecer qué está sucediendo.
La expedición del equipo de Christian Berndt y Sebastian Krastel, ambos del GEOMAR (Centro Helmholtz de Investigación Oceánica) en Kiel, Alemania, ya cuenta con un precedente. En 2008, científicos de Kiel que trabajaron en esa zona marítima escandinava, descubrieron unos 250 lugares donde el amenazante gas escapaba del lecho marino. Estos puntos están situados justo en las fronteras del área submarina de hidratos estables. Su ubicación contribuye a la sospecha de que los hidratos de metano se están disolviendo.
fuente, noticiasdelaciencia
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