Foto: WOLFGANG SAUBER
Un nuevo análisis de las complejas interacciones entre los seres humanos y el medio ambiente que precedieron al colapso de la civilización Maya en el siglo IX de nuestra era, apunta a una serie de eventos --algunos naturales, como el cambio climático, y otros marcados por el hombre, incluyendo alteraciones a gran escala del paisaje y cambios en las rutas comerciales-- que constituyen lecciones para la toma de decisiones sobre el desarrollo sostenible en la actualidad.
En su modelo revisado de la caída de la antigua civilización maya, los científicos sociales B.L. Turner y Jeremy A. Sabloff, proporcionan una teoría puesta al día sobre el sistema humano y medio ambiente, en la que afirman que el estrés ambiental y económico de la zona sirvió como punto de inflexión para las fertiles tierras bajas de los Mayas.
Los co-autores describieron el período clásico de los mayas de tierras bajas (del 300 al 800 de nuestra era) como una "civilización altamente compleja organizada en redes de ciudades-estado", en su artículo publicado en el último número de la revista Proceedings.
Los antiguos mayas de esta región montañosa y ribereña se enfrentaron a un a largo periodo de aridez climática, con sequías más prolongadas amplificadas por la deforestación a gran escala humana indicada en el registro paleoecológico de la zona.
Antes de su caída, los mayas ocuparon la zona durante más de 2.000 años, anotaron los autores, "un tiempo en el que se desarrollaron una sofisticada comprensión de su medio ambiente, con la construccción de intrincados sistemas de agua que resistieron por lo menos a dos largos periodos de aridez.
Sin embargo, documentan interacciones humano-ambientales que fueron severamente estresantes durante la fase árida del siglo IX. "Este estrés ambiental se complementó con un cambio en el comercio de toda la península a su alrededor, lo que redujo la economía de la élite gobernante", dijo Turner, científico del Instituto Global de Sostenibilidad de la Universidad Estatal de Arizona.
"Se tomó la decisión de desocupar las tierras bajas centrales en lugar de mantener la inversión. Esta teoría no sólo es consistente con los datos de colapso, sino en el hecho de que las tierras bajas centrales se volvieron a ocupar posteriormente", dijo Turner.
"Se reconoce el papel del cambio climático y los cambios ambientales antropogénicos, reconociendo al mismo tiempo el papel del comercio", dijo.
"El cambio climático, específicamente la aridez, fue un importante imposición exógena a las condiciones del entorno humano a lo largo de las tierras bajas mayas", concluyen. "Las interacciones complejas del sistema generaron el colapso y la despoblación de las tierras bajas mayas y fomentó su abandono a largo plazo. Esta lección debe ser tenida en cuenta en el uso de análogos en la investigación sobre la sostenibilidad".
fuente, europapress
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