¿Son mayores de lo asumido las probabilidades de contaminación radiactiva por accidente nuclear?

Riesgo de contaminación grave. (Foto: © Daniel Kunkel, MPI for Chemistry, 2011)

Los accidentes nucleares catastróficos, como las fusiones de núcleo de reactor desencadenadas en Chernóbil y Fukushima Daiichi, tienen más probabilidades de acontecer que lo creído hasta ahora. Ésta es la sombría conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Química en Maguncia, Alemania, basándose en el total de horas de servicio de todos los reactores nucleares civiles y en el número de fusiones de núcleo que se han desencadenado.

Los cálculos efectuados por estos investigadores indican que tales desastres pueden ocurrir una vez en cada periodo de entre 10 y 20 años (teniendo en cuenta la cantidad actual de reactores; 440 en servicio, a los que habrá quizá que añadir los 60 más que se planea construir en un futuro cercano). Eso supone unas 200 veces más a menudo que lo estimado en el pasado, aunque en muchos casos estas catástrofes no necesariamente deberían provocar una contaminación radiactiva a gran escala si el confinamiento de los reactores es lo bastante bueno.

El grave accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi, Japón, ha avivado el debate y provocó que Alemania abandonara su programa de energía nuclear. La decisión probablemente sea acertada, ya que ahora parece que el riesgo global de una catástrofe al estilo de la de Fukushima Daiichi es más alto de lo que se pensaba, según el estudio realizado por un equipo de investigación dirigido por Jos Lelieveld, director del Instituto Max Planck de Química en Maguncia, Alemania.



Los investigadores también determinaron la distribución geográfica de partículas y gases radiactivos en torno al lugar de un posible accidente, usando un modelo informático que describe la atmósfera de la Tierra. El modelo calcula corrientes y condiciones meteorológicas, y toma en cuenta reacciones químicas que se producen en la atmósfera. El modelo puede calcular la distribución global de gases traza, por ejemplo, y simular también la diseminación de partículas y gases radiactivos. Para obtener una aproximación de la contaminación radiactiva, los investigadores calcularon cómo se dispersan en la atmósfera las partículas radiactivas de cesio-137, dónde de la superficie de la Tierra se depositan y en qué cantidades. El isótopo cesio-137 es producto de la fisión nuclear del uranio. Tiene un periodo de semidesintegración de 30 años y fue uno de los ingredientes clave de la contaminación radiactiva resultante de los desastres de Chernóbil y Fukushima.
Las simulaciones por ordenador han revelado que, como promedio, es de esperar que sólo el 8 por ciento de las partículas de cesio-137 se depositen en un área de 50 kilómetros en torno al lugar del accidente nuclear. Cerca del 50 por ciento de las partículas se depositaría más allá de 1.000 kilómetros a la redonda, y cerca del 25 por ciento se diseminaría más allá de los 2.000 kilómetros. Estos resultados avalan el temor de que los accidentes en reactores nucleares causen una contaminación radiactiva que se extienda mucho más allá de las fronteras de sus países.

En particular, los resultados muestran que es probable que Europa Occidental, donde la densidad de reactores nucleares es notablemente elevada, sufra una contaminación de más de 40 kilobequerelios de cesio-137 por metro cuadrado una vez cada 50 años. Según la Agencia Internacional de Energía Atómica, este valor define el límite inferior por el que se clasifica un área como contaminada con radiación. Teniendo en cuenta sus resultados, los investigadores piden que se realice un análisis profundo y se reevalúen los riesgos asociados a las centrales nucleares.

Si una sola fusión de núcleo con fuga radiactiva llegara a ocurrir en Europa Occidental, alrededor de 28 millones de personas como promedio sufrirían una contaminación de más de 40 kilobequerelios por metro cuadrado. Esta cifra sería aún mayor en el sur de Asia, debido a la alta densidad poblacional. Allí, un accidente nuclear grave afectaría de forma significativa a cerca de 34 millones de personas, mientras que en el este de Estados Unidos y en el este de Asia afectaría a entre 14 y 21 millones de personas.

"La salida de Alemania del programa de energía nuclear reducirá el riesgo nacional de contaminación radiactiva. Sin embargo, la reducción sería aún mayor si los vecinos de Alemania apagaran sus reactores", advierte Jos Lelieveld. "No sólo necesitamos un análisis público profundo sobre los riesgos reales de los accidentes nucleares. En vista de nuestros resultados, creo que también debería considerarse una retirada progresiva, coordinada a escala internacional, de la energía nuclear", sostiene este químico atmosférico.

fuente, http://noticiasdelaciencia.com/not/4526/_son_mayores_de_lo_asumido_las_probabilidades_de_contaminacion_radiactiva_por_accidente_nuclear_/

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