Durante el embarazo, muchas mujeres sienten que su barriga se ha convertido en una auténtica bola de cristal. En cuanto la gestación comienza a hacerse evidente, no pasa un día sin que alguien se aventure a adivinar el sexo, el tamaño o, incluso, la fecha de nacimiento del bebé sólo con mirar la forma, las dimensiones o la posición de su abdomen. Las cábalas suelen empezar en torno al cuarto mes de embarazo y generalmente se prolongan hasta el mismo día del parto
(si una ecografía no resuelve antes el misterio). Pero, como ocurre con las apuestas a cara o cruz, al final sólo la mitad de los ‘adivinos’ aciertan. “Estos mitos todavía nos llegan a menudo a las consultas”, reconoce Pluvio Coronado, ginecólogo del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid. “No tienen ninguna validez, pero perviven porque siempre hay un 50% de posibilidades de que se cumpla el vaticinio”, señala.
fuente, lapatilla
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