El descubrimiento de misteriosas marcas en un campo ubicado en la zona rural de Colonia Rocamora motiva múltiples comentarios e interpretaciones. Las “marcas” están desde mediados de diciembre, aseguró Aurelio “Tito” Michel quien afirmó que nunca vio algo igual pero que este tiempo guardó silencio porque quería evitar las habladurías. Otros vecinos emparentan los “agroglifos” al aterrizaje de un ovni.
En una parcela de unas 100 hectáreas cultivada con soja, en el establecimiento “La Natalia”, a siete kilómetros al oeste de Libaros, desde hace aproximadamente un mes y medio, se pueden ver un amplio círculo -de 28 metros de diámetro- que en el centro tiene un pozo -de unos 20 centímetros de diámetro y 10 de profundidad- rodeado éste de otros cuatro de iguales medidas, y alrededor del circulo mayor, cinco más pequeños -de unos cinco metros de diámetro cada uno- que componen una extraña figura totalmente seca, contrastando con el verde de los cultivos. Aurelio “Tito” Michel asegura que nunca vio algo igual. Que las “marcas” están desde mediados de diciembre, pero que todo este tiempo guardó silencio porque quería evitar las habladurías. Michel le aseguró a un cronista de Riel FM que “el suelo tiene un raro color grisáceo, parece ceniza”. Miguel Diaczun, el periodista de la emisora, pudo constatar que dónde están las “marcas” no creció nada, ni el pasto.
“En todo el contorno se aprecia el verde del cultivo de soja. Es raro que ni siquiera un cardo creciera pese a que llovió en varias oportunidades en los últimos 45 días”, relató Diaczun. Otros testimonios recogidos por el periodista en la zona, incluso en el mismo establecimiento, advirtieron que tiempo atrás hubo “marcas” similares, “pero nunca del tamaño que se puede apreciar ahora”. Michel y sus hijos, que diariamente recorren el establecimiento, admitieron ante el periodista de la radio de Basavilbaso no tener manera de explicar qué es lo que ocurrió para que el suelo quedara de esa manera. Y repitieron una y otra vez que guardaron silencio para evitar habladurías. Otros vecinos emparentan las “marcas” al aterrizaje de un objeto volador no identificado (ovni), a lo que atribuyen la perfección de las circunferencias. Lo cierto es que nadie vio ni sintió nada y las “marcas” están. La aparición súbita de este tipo de circunferencias o círculos en campos se ha dado numerosas veces en las últimas décadas en distintos lugares del país y del mundo adjudicándose en la mayoría de los casos al aterrizaje de ovnis, lo que nunca hasta ahora pudo comprobar. Por Silvio Gorge.
fuente, aimdigital
Agroglifos en La Natalia: ¿ovnis en Colonia Rocamora?
En una parcela de unas 100 hectáreas cultivada con soja, en el establecimiento “La Natalia”, a siete kilómetros al oeste de Libaros, desde hace aproximadamente un mes y medio, se pueden ver un amplio círculo -de 28 metros de diámetro- que en el centro tiene un pozo -de unos 20 centímetros de diámetro y 10 de profundidad- rodeado éste de otros cuatro de iguales medidas, y alrededor del circulo mayor, cinco más pequeños -de unos cinco metros de diámetro cada uno- que componen una extraña figura totalmente seca, contrastando con el verde de los cultivos. Aurelio “Tito” Michel asegura que nunca vio algo igual. Que las “marcas” están desde mediados de diciembre, pero que todo este tiempo guardó silencio porque quería evitar las habladurías. Michel le aseguró a un cronista de Riel FM que “el suelo tiene un raro color grisáceo, parece ceniza”. Miguel Diaczun, el periodista de la emisora, pudo constatar que dónde están las “marcas” no creció nada, ni el pasto.
“En todo el contorno se aprecia el verde del cultivo de soja. Es raro que ni siquiera un cardo creciera pese a que llovió en varias oportunidades en los últimos 45 días”, relató Diaczun. Otros testimonios recogidos por el periodista en la zona, incluso en el mismo establecimiento, advirtieron que tiempo atrás hubo “marcas” similares, “pero nunca del tamaño que se puede apreciar ahora”. Michel y sus hijos, que diariamente recorren el establecimiento, admitieron ante el periodista de la radio de Basavilbaso no tener manera de explicar qué es lo que ocurrió para que el suelo quedara de esa manera. Y repitieron una y otra vez que guardaron silencio para evitar habladurías. Otros vecinos emparentan las “marcas” al aterrizaje de un objeto volador no identificado (ovni), a lo que atribuyen la perfección de las circunferencias. Lo cierto es que nadie vio ni sintió nada y las “marcas” están. La aparición súbita de este tipo de circunferencias o círculos en campos se ha dado numerosas veces en las últimas décadas en distintos lugares del país y del mundo adjudicándose en la mayoría de los casos al aterrizaje de ovnis, lo que nunca hasta ahora pudo comprobar. Por Silvio Gorge.
fuente, aimdigital
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