El SARM es una forma resistente a los medicamentos de una bacteria normalmente inofensiva que puede ser mortal cuando infecta las heridas.
Después de hallar SARM en doce bebés en un hospital británico, los investigadores analizaron el código genético de las muestras de la bacteria de cada bebé, lo cual les permitió determinar que todos los casos formaban parte del mismo brote.
Otra serie de pruebas los llevó a encontrar el origen de la infección en un miembro del personal del hospital, quien contagió -sin saberlo- a los bebés. Todos los afectados fueron tratados y no se produjeron más contagios. Según los médicos, se trata de la primera vez que se utiliza una prueba genética rápida para rastrear el origen de un brote y evitar que se extienda. Los expertos creen que este procedimiento se volverá la norma en el futuro para resolver este tipo de casos.
fuente, bbc
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