Detectar el fenómeno climático de El Niño con 18 meses de antelación

Nandini Ramesh. (Foto: UNSW)

El inicio de un episodio del fenómeno climático de El Niño, un fenómeno que usualmente acarrea condiciones cálidas y secas extendidas por casi toda Australia, y ocasiona otros problemas en diversas partes del mundo, es detectable con una antelación de hasta 18 meses, según los resultados de un nuevo estudio.

Esto aporta nueve meses más de tiempo para prepararse que el ofrecido por los pronósticos actuales basados en métodos convencionales. Gracias a ello, los meteorólogos podrán advertir de la posibilidad de sequías severas y periodos de alto riesgo de incendios forestales con mucha mayor antelación que lo posible hasta ahora.

No todos los eventos de El Niño siguen el mismo curso o tienen la misma severidad, pero todos ellos empiezan con un fenómeno delatador: una descarga de volúmenes masivos de aguas cálidas profundas en el lado occidental del Océano Pacífico ecuatorial.



El estudio lo ha dirigido Nandini Ramesh, del Instituto Hindú de Ciencias, en la ciudad de Bangalore. Ramesh es actualmente una investigadora del Centro de Investigaciones del Cambio Climático, dependiente de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia.

Nandini y su colega Raghu Murtugudde se percataron del patrón revelador cuando revisaban décadas de datos climáticos relacionados con episodios del fenómeno climático de El Niño. El proceso había sido pasado por alto porque esa descarga sucede en una capa de aguas cálidas bajo la superficie oceánica y no resulta evidente en las mediciones satelitales de temperaturas de la superficie marítima.

Las observaciones de los satélites sólo permiten saber la temperatura superficial de la capa superior del océano, y resulta que eso no siempre es un buen indicador de lo que está pasando en los primeros doscientos metros de profundidad, que son un importante motor impulsor del ciclo de El Niño.

Las aguas cálidas se acumulan en el Pacífico ecuatorial occidental cuando son arrastradas hacia allí por los persistentes vientos alisios. Una vez que la descarga comienza entre los meses de junio a agosto (meses que pertenecen a la estación de verano en el hemisferio norte, pero al invierno en el hemisferio sur) del año anterior a cuando ocurre un evento de El Niño, las cálidas aguas se extienden hacia el este por debajo de la superficie marítima, siguiendo aproximadamente la línea del ecuador. Esto ocurre antes de cada evento de El Niño, aunque los patrones de temperatura superficial pueden ser muy diferentes entre eventos.

Sin importar la modalidad del fenómeno de El Niño que se manifieste, ya sea en el Pacífico oriental o central, actualmente los expertos que confeccionan pronósticos no pueden detectar con la suficiente fiabilidad la tendencia al calentamiento de las temperaturas en la superficie marítima antes del periodo que va de marzo a junio del mismo año del fenómeno,

El hallazgo hecho por el equipo de Ramesh será de utilidad para agricultores, para los responsables de la lucha antiincendios y para cualquier otro gremio o sector social cuyo sustento o bienestar puedan beneficiarse de alertas tempranas como ésta, en zonas especialmente amenazadas por el fenómeno climático de El Niño. También contribuirá a un mejor conocimiento científico sobre cómo el ciclo de El Niño puede responder al cambio climático en el futuro.

fuente, noticiasdelaciencia

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